La nueva Ley por el derecho a la vivienda
El artículo 47 de la Constitución española (CE) promulga el derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada, siendo obligación de los poderes públicos la promoción de las condiciones necesarias hacer efectivo este derecho.
Es notorio el incremento de precios en el mercado inmobiliario español y desde hace unos años, el Gobierno viene denunciando la dificultad de acceso a la primera vivienda.
El pasado 25 de mayo se publicó en el Boletín Oficial del Estado la Ley por el Derecho a la vivienda, presentada como Proyecto de Ley por el Gobierno.En próximos artículos iremos desgranando el contenido de la Ley en bloques temáticos diferenciados.
Los objetivos principales de este Proyecto de ley son:
- aumentar la oferta de vivienda a precios asequibles,
- evitar las situaciones de tensión en el mercado del alquiler; y
- apoyar a jóvenes y colectivos vulnerables en el acceso a la vivienda.
En España la competencia en el ámbito de vivienda y urbanismo está transferida a las Comunidades autónomas, (artículo 148 de la CE). Por ello, desde la presentación del Proyecto de ley a las Cortes, varias Comunidades autónomas han manifestado abiertamente sus dudas sobre su constitucionalidad, por considerarse una invasión competencial.
De hecho, la mayor polémica que ha suscitado el Proyecto de Ley ha sido la introducción del concepto de “zonas tensionadas”, esto es, aquellas zonas geográficas en las que exista:
- Un sobreesfuerzo en el pago de la vivienda, equivalente al 30% sobre ingresos de los hogares de la zona,
- Un incremento de precios de más del 3% sobre incremento del IPC a lo largo de un periodo de cinco años.
En estas zonas se podrán aplicar medidas concretas y más agresivas como, por ejemplo, penalizar la tenencia de inmuebles vacíos durante más de dos años con incrementos significativos del IBI a sus propietarios y – la medida sin duda más polémica- intervenir el mercado del alquiler para contener y bajar los precios.
Por ello, no sorprenderá que, en el actual contexto sociopolítico, esté servida la polémica.
