El legislador siendo plenamente consciente de que el catálogo de circunstancias atenuantes aplicables a la persona física no puede ser de aplicación a las empresas, no ha querido dejar de incluir una serie de circunstancias que atenuarían la responsabilidad de las empresas. A tal efecto, se recogen en el artículo 31 bis quater un catálogo cerrado de dichas circunstancias atenuantes:

1. Haber procedido, antes de conocer que el procedimiento judicial se dirige contra ella, a confesar la infracción a las autoridades
2. Haber colaborado en la investigación del hecho aportando pruebas, en cualquier momento del proceso, que fueran nuevas y decisivas para esclarecer las responsabilidades penales dimanante es de los hechos
3. Haber procedido en cualquier momento del procedimiento y con anterioridad al juicio oral a reparar o disminuir el daño causado por el delito
4. Haber establecido, antes del comienzo del juicio oral, medidas eficaces para prevenir y descubrir los delitos que en el futuro pudieran cometerse con los medios o bajo la cobertura de la persona jurídica

De la lectura de este artículo se deduce que es muy posible que la empresa acumule la aplicación de varias de las atenuantes indicadas lo que conllevará a una reducción considerable de las penas a imponer.

Si bien no existe mención respecto de la posibilidad de aplicar atenuantes por analogía esta parte entiende que sería de aplicación cuando resulte más favorable para el acusado.

Respecto de las posibles circunstancias modificativas que agravarían la responsabilidad penal de las personas jurídicas, el código Penal no incorpora, a diferencia de lo que ocurriere con las atenuantes, catálogo alguno, infiriéndose por una aplicación algo anómala del artículo 66 bis la existencia de las mismas. En dicho artículo se establecen las reglas de determinación de las penas a aplicar, contemplando a tal efecto tanto la reincidencia como la utilización instrumental de la persona jurídica para la comisión de ilícitos penales.