La Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios (TRLGDCU) basada en la Directiva Europea 2006/112/CE establece, a partir del artículo 102, el derecho del consumidor a desistir de un contrato online. Serán los vendedores que realicen su negocio online los que informarán al consumidor de la existencia del derecho de desistimiento.

Dicha notificación se estructurará de la siguiente forma. Primero, siempre que el consumidor haya sido informado, el plazo para ejercer el derecho será de catorce días naturales (art.105.2). De no haber sido informado, el plazo será de dos meses. Además, se recogerá la información del titular del derecho, quien no estará obligado a justificar su actuación. El consumidor también será informado cuando concurra alguna de las circunstancias del artículo 103 de la TRLGDCU. Todos aquellos contratos que penalicen el derecho a desistir del consumidor serán nulos de pleno derecho.

Igualmente, la ley establece dos consecuencias del derecho de desistimiento: por un lado, el reembolso del precio de la compra y de posibles costes adicionales, por otro, la devolución de los bienes. El reembolso (artículo 107.1) tendrá una demora legal de catorce días desde la fecha de declaración del desistimiento. Cuando se incumpla este derecho, el consumidor podrá exigir el doble del importe del reembolso mediante cualquier método de pago. El vendedor y el consumidor podrán pactar medios distintos al reembolso. En caso de rechazo o silencio del consumidor, se producirá el reembolso automático en el plazo de 14 días. Por otro lado, la devolución de los bienes, artículo 108.1, se deberá realizar en un plazo de catorce días naturales a partir de la fecha de declaración del desistimiento, siempre y cuando el vendedor recoja los bienes en el domicilio del consumidor. Por regla general, el consumidor sólo deberá costear aquellos gastos que se encuentren relacionados directamente con el desistimiento, como los gastos de envío.