La due diligence es un proceso que investiga y analiza la sociedad que el comprador pretende adquirir, con el fin de conocer los potenciales riesgos que pudieran surgir. Se trata de recopilar la máxima información posible para analizar correctamente la viabilidad de la operación, el carácter razonable de las condiciones y los efectos posteriores a su ejecución.

Objetivos de la due diligence

• Identificar las oportunidades y riesgos de la operación
• Identificar los pasivos y las contingencias que podrían llevar a la revisión del precio de adquisición, la inclusión de manifestaciones y/o al aumento de las garantías a las que se obliga el vendedor respecto al comprador
• Proporcionar al comprador o inversor seguridad y tranquilidad en su adquisición o inversión.

Procedimiento de due diligence en España

Previo a la due diligence es habitual alcanzar un acuerdo que fije las bases de la operación (“carta de intenciones”). Este documento manifiesta la intención de ambas partes e incluye el plazo para realizar el procedimiento, un pacto de confidencialidad por parte del comprador y el compromiso del vendedor. Con el fin de evitar posibles riesgos, será de utilidad una revisión legal y contable del objeto de la transacción para analizar en detalle todas las actividades económicas y conocer en profundidad el bien que se va a adquirir.

El comprador tomará entonces la decisión final. En caso de no seguir con la compra, según la jurisprudencia, no se creará un derecho de indemnización. Sin embargo, el potencial comprador estará obligado a indemnizar al vendedor cuando:

• Exista una expectativa legítima y razonable del cierre de la operación
• No haya revelado en la due diligence ningún dato susceptible de comprometer la viabilidad de la operación
• Se produzca un daño real para el vendedor
• Exista una relación de causalidad entre la ruptura de las negociaciones y el perjuicio sufrido por el vendedor.