El Internet de las Cosas, o IoT por sus siglas en inglés Internet of Things, es un fenómeno tecnológico de rápido crecimiento. Se refiere a la integración de sensores y dispositivos en objetos de uso cotidiano que permite su conexión a internet con el propósito de recoger datos en tiempo real.

El IoT ofrece soluciones innovadoras y crea excelentes oportunidades para el desarrollo de nuevos productos y campañas de marketing. Por ejemplo, un electrodoméstico multi-tareas que administra la despensa, organiza las tareas del hogar, deja recados y permite compartir y actualizar calendarios. Pero se deben tener en cuenta ciertas consideraciones legales entre las que destacamos la protección de datos.

Las empresas que equipan sus productos con mecanismos capaces de recoger datos se exponen a potenciales responsabilidades legales sobre su almacenamiento y uso. En la actualidad, los datos recogidos a través del IoT se consideran información personal.

Aquellas empresas que trabajan con dispositivos conectados al IoT, deben garantizar la seguridad de los dispositivos y cumplir con la normativa vigente. Se debe determinar claramente quién es el propietario de los datos recogidos por los dispositivos y qué terceras partes tienen acceso a los mismos.

De igual manera, aquellas empresas que incorporen sistemas conectados a internet para medir la eficiencia de sus trabajadores deben recordar que existen limitaciones legales.

El rápido avance tecnológico del Internet de las Cosas presenta numerosas oportunidades para las empresas, así como un gran desafío a la hora de establecer una normativa legal común.