A la justicia alemana a menudo se les ridiculiza – burocrática, lenta, inmensamente analógica. El fax, que a veces ni siquiera está presente parcialmente en las empresas hoy en día, ha sido durante mucho tiempo la forma más avanzada de comunicación en los tribunales alemanes.

Esta situación está cambiando de forma lenta pero constante. También la necesidad de evitar el contacto con motivo del coronavirus ha conducido a que se produzcan cambios en los métodos de trabajo y los medios de comunicación en la justicia en los últimos dos años, entre los cuales destacan dos ejemplos:

1. Vistas judiciales telemáticas
   
   Desde 2002 existe el artículo 128 a) de la Ley de Enjuiciamiento Civil alemana (ZPO) que permite la celebración de las vistas judiciales “mediante transmisión de video y sonido”. Hasta la pandemia del coronavirus no se ha hecho un mayor uso de esta posibilidad. En los últimos dos años han sido frecuentes las publicaciones de Abogados en redes sociales que mostraron sus togas frente al monitor del portátil, pues la celebración de la vista a través de Teams o Zoom no cambia las normas de ética profesional, como p.ej., el código de vestimenta.
   
   Tanto Jueces como abogados parecían estar cómodos con la posibilidad y tras las dificultades técnicas iniciales, las vistas judiciales telemáticas dejaron de ser una rareza. Sigue existiendo un cierto escepticismo por parte de la Abogacía y de las Juezas y Jueces en relación a los interrogatorios de testigos, que se basan en gran medida en la impresión personal del interrogado. Tampoco está clara la participación transfronteriza en estas vistas en el actual derecho internacional y está siendo regulada por la UE. Aparte de esto, las vistas telemáticas se han convertido en una parte fundamental del mundo judicial alemán y no van a desaparecer.
    
2. El buzón de correo electrónico especial para Abogados (beA)
   
   El 01-01-2022 comenzó la obligatoriedad de uso activo del buzón de correo electrónico especial para Abogados (beA). Hasta entonces ha sido un camino pedregoso que comenzó en 2006. El objetivo de la implantación de beA era la digitalización de la comunicación entre Tribunales y Abogacía. Esto era lo habitual, p.ej., en Austria desde hacía tiempo, mientras en Alemania los escritos se seguían enviando en papel acompañados de todos los anexos y copias, a veces directamente en el archivador de los documentos.
   
   Pero beA no funcionó como tendría que haber funcionado. Tras un cambio de operador y varias fases de lanzamiento aplazados, el 01-01-2022 comenzó beA con la obligatoriedad de uso activo, es decir, los Abogados no sólo deben recibir sino también deben presentar los escritos digitalmente de manera obligatoria, lo cual es un hito en un gremio que no es en absoluto afín a lo digital.

El proceso de digitalización no ha terminado con las vistas judiciales telemáticas y beA. El trabajo de los Tribunales y de la Abogacía puede automatizarse y digitalizarse en muchas áreas. Tampoco está lejos la utilización de la inteligencia artificial, como p.ej., en el caso de traducciones automáticas, pero no sustituirá ni al juez ni al abogado.