¿Se aplica también la prohibición de cláusulas abusivas entre empresas?
En las Condiciones Generales, las empresas no pueden utilizar unilateralmente ciertas cláusulas desventajosas para los consumidores. Desde la armonización de esta materia jurídica por la Unión Europea en el año 1993 se habla de “cláusulas abusivas”. Si bien la denominada prohibición de cláusulas no resulta directamente aplicable a las disposiciones contractuales entre empresas, existe en el Derecho alemán un control de contenido también para el uso de cláusulas preformuladas entre empresas en determinadas situaciones. Así, para la evaluación de cláusulas preformuladas en las transacciones comerciales de empresas deberán ser tenidas en cuenta las prácticas y usos comerciales correspondientes. Esto explica que un vendedor no pueda excluir en el contrato de compraventa de mercancías a través de una claúsula preformulada la responsabilidad por daños físicos y daños para la salud en caso de culpa grave, aunque el propio comprador sea un empresario. Esto se justifica, entre otros, por el hecho de que el vendedor puede amortiguar este riesgo de responsabilidad mediante la contratación de un seguro.
Por ello, es posible que una parte contratante que se sienta perjudicada por determinadas cláusulas contractuales las someta a revisión por los Tribunales. En este contexto, cabe destacar que no solo las típicas Condiciones Generales quedarán sujetas a un control de su contenido sino también los contratos en su integridad cuando estos sean preformulados e incluso cláusulas individuales de un tratado. Una cláusula contractual será considerada como “preformulada” si el usuario no la puso a su disposición durante las negociaciones contractuales y la otra parte contratante, por tanto, no tuvo posibilidad de negociarla. Con frecuencia, en el procedimiento civil se presenta el problema de poder probar esta circunstancia. Por consiguiente, es recomendable conservar las distintas etapas de las negociaciones contractuales con las modificaciones, para que posteriormente sea posible comprender si una determinada cláusula ha sido negociada o no.
A menudo, otro obstáculo suele ser poder demostrar que el usuario de una cláusula contractual tenía la intención de emplearla varias veces frente a distintas partes contratantes, puesto que esto es también un requisito para el control del contenido. Sin embargo, en este caso, frecuentemente la apariencia externa del diseño de una cláusula suele ser de ayuda si puede deducirse de ella la finalidad de ser utilizada en numerosas ocasiones. Por lo tanto, a diferencia de otros sistemas jurídicos vecinos, en el Derecho alemán tiene pleno sentido someter a verificación la eficacia de una cláusula unilateralmente desventajosa.