Resolución de litigios en operaciones transaccionales
Los contratos de compraventa de empresas suelen contener cláusulas de resolución de litigios que se adaptan a las particularidades de las situaciones conflictivas. Los muy divergentes tipos de conflictos requieren una solución diferenciada. En la práctica transaccional, los mecanismos de resolución de litigios que se aplican son, en particular, los procedimientos judiciales o arbitrales, el recurso a peritos expertos o la mediación.
Estos procedimientos pueden ir precedidos de una cláusula de escalación. Según la misma, las partes del contrato deben o tienen la obligación de llevar a cabo negociaciones para resolver el conflicto surgido en un plazo determinado antes de recurrir a un tribunal o a un perito. La responsabilidad de llevar a cabo las negociaciones puede asignarse a distintos niveles en la empresa. Si no se llega a un acuerdo en un nivel, se encomienda la negociación al nivel superior. Únicamente en el caso de que fracasen las negociaciones al más alto nivel puede cualquier parte iniciar un procedimiento formal.
Los litigios derivados de la adquisición de empresas a menudo implican cifras financieras. Éstas son, por ejemplo, decisivas para la determinación del precio final de la compraventa sobre la base de un balance de situación. Para este tipo de litigios, que no son tanto de naturaleza jurídica como financiera, las partes pueden acordar que un perito experto tome una decisión rápida y vinculante al respecto. Así se evitan procedimientos judiciales o arbitrales costosos y largos. La correspondiente cláusula contractual debe especificar los requisitos en cuanto a la cualificación profesional del perito, así como un procedimiento referente a su nombramiento y a la implicación de las partes en el procedimiento. Es importante que el árbitro tenga suficiente experiencia en la materia objeto del litigio.
A la hora de elegir el procedimiento formal de resolución de conflictos, deben tenerse en cuenta, en particular, los siguientes criterios. Debido al complejo fundamento jurídico y económico de las transacciones empresariales, la principal ventaja de un procedimiento arbitral es que las partes pueden elegir por sí mismas árbitros con suficiente experiencia profesional y sectorial. Esto garantiza una alta calidad en la resolución de conflictos. Además, los procedimientos de arbitraje pueden desarrollarse de forma confidencial, mientras que los procedimientos ante los tribunales estatales suelen ser públicos. Debido a las hasta tres instancias posibles ante los tribunales estatales y a la eficacia variable de los tribunales, los procedimientos arbitrales suelen ser más rápidos, y, sin embargo, suelen ser más costosos.
La mediación es sobre todo un mecanismo adecuado de resolución de conflictos si ambas partes están dispuestas a llegar a un acuerdo amistoso con la ayuda de un mediador con vistas a una cooperación a largo plazo. En nuestra percepción, se utilizan pocas veces cláusulas de mediación en las operaciones transaccionales.