En la Copa Mundial 2022 en Qatar participan 137 futbolistas que nacieron en otro país distinto al país que representan. Aunque podría parecer lógico que un jugador que tiene más de una nacionalidad pueda elegir libremente a cuál de los países quiere representar, en realidad no es tan sencillo, y solamente poseer la nacionalidad de un país no da por sí solo el derecho a competir con su selección. E incluso si cumple con los requisitos para ser elegible, solamente está permitido de forma excepcional cambiar de equipo nacional después de haber representado a otro país en una competición oficial.

El primer requisito para representar a una selección de un país es poseer la nacionalidad de este país. Esto puede resultar obvio, sin embargo, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea tuvo que indicar expresamente en varias sentencias (asuntos Walrave, Donà y Bosman) que vincular la elegibilidad para una selección nacional a poseer la nacionalidad de dicho país no es contrario a los principios de libre circulación y prestación de servicios establecidos por la Unión Europea.

Por otro lado, poseer la nacionalidad de un estado no otorga automáticamente el derecho a representar la selección nacional de este país, ya que se distingue entre nacionalidad según derecho público y “nacionalidad deportiva” (definida de forma autónoma por cada organismo deportivo internacional, como FIFA, entre otros) siendo únicamente la nacionalidad deportiva la que establece la elegibilidad para una selección. En otras palabras, poseer la nacionalidad de un país es imprescindible para tener la nacionalidad deportiva, pero no es el único requisito.

Los requisitos concretos de la nacionalidad deportiva, y, por lo tanto, ser elegible para una selección, están establecidos por cada federación internacional y pueden variar.

Un requisito típico para ser elegible afecta a los deportistas que tienen nacionalidad de más de un país, ya que éstos solamente pueden representar a la selección del país donde han nacido ellos o uno de sus padres biológicos o abuelos, o donde han vivido durante cierto tiempo (por ejemplo, FIFA requiere al menos 5 años). Evidentemente, los requisitos adicionales de las federaciones, más allá de poseer la nacionalidad, tienen la función de garantizar la integridad de la competición.

Quizás la cuestión que trae más problemas en la práctica es el cambio de selección, una vez que un deportista haya participado en competiciones oficiales de su anterior selección. En este sentido, también son las federaciones internacionales quienes estipulan los requisitos, y aunque existen diferencias, hay ciertos requisitos básicos que aplican en muchos deportes. Típicamente, solamente se permite un único cambio de selección, y muchas federaciones (por ejemplo, FIFA), prohíben el cambio si el deportista ha participado en partidos oficiales de la selección absoluta del anterior país, o si ha participado en otros partidos una vez cumplidos los 23 años de edad.