En Alemania, los pagos en efectivo siguen considerándose - en comparación con muchos otros países- especialmente populares. El comercio minorista prefiere, en cambio, los pagos distintos al efectivo (por banco o tarjeta de crédito) por muchas razones. Y no menos importante, para reducir las molestias y los riesgos del dinero en efectivo, los supermercados están incluso dispuestos a ejercer funciones de "cajero automático" durante el proceso de pago de la compra, entregando dinero en efectivo con cargo a la cuenta bancaria del cliente.

Pero, ¿cuál es la situación legal? Los billetes en euros son de curso legal y, por tanto, constituye una obligación aceptarlos. De manera limitada, esto se aplica incluso a las monedas de euro, sin embargo, el comercio sólo tiene que aceptar un máximo de 50 monedas o una cantidad de hasta 200,00 euros en monedas.

No obstante, entretanto, el comercio minorista se opone cada vez más, firmemente, a aceptar dinero en efectivo (especialmente en las tiendas de productos eléctricos o de informática). Esto también es posible, porque el principio de libertad contractual también se aplica a este respecto. Sin embargo, esto requiere que el comerciante y el cliente hayan acordado contractualmente la exclusión del pago en efectivo antes de que haya surgido la obligación de pago. Por lo tanto, la exclusión de la aceptación del pago en efectivo puede hacerse -dependiendo de la situación- mediante la correspondiente cláusula en las condiciones generales del comerciante; o -como muy tarde- inmediatamente antes del proceso de pago, por ejemplo, mediante una indicación claramente visible en la caja del supermercado y en la carta de un restaurante.

Esto se debe a que, mientras el cliente no haya colocado aún los productos en la cinta de la caja, no se ha celebrado ningún contrato de venta; al pedir en un restaurante, el proceso de pedido es el último momento en el que se debe informar al cliente de que sólo puede pagar de modo distinto al efectivo. No obstante, puesto que el dinero en efectivo es tan popular en Alemania, en los restaurantes sigue ocurriendo lo contrario: “Sólo aceptamos dinero en metálico” (!) Legalmente, este procedimiento es tan admisible como el contrario.