En los últimos años se ha producido en España una transformación digital significativa en el ámbito del derecho y, en especial, en los procesos notariales y registrales. La tendencia es claramente la facilitación y agilización de estos servicios.

En la newsletter del mes pasado ya se abordó la completa digitalización de los registros mercantiles, de la propiedad y bienes muebles, pero estos no son los únicos avances que se han dado. En el ámbito notarial, con la aprobación de la Ley 11/2023 se estableció la posibilidad de constituir sociedades u otorgar poderes de manera telemática.

Este proceso permite a los notarios públicos autenticar documentos a través de videoconferencias, eliminando la necesidad de presencia física. Los interesados pueden conectarse por videollamada con un notario certificado desde cualquier lugar, lo que hace que el proceso sea más conveniente y accesible, especialmente para sociedades y empresarios extranjeros que desarrollen una actividad comercial en España.

En toda Europa están adquiriendo cada vez más relevancia las plataformas que mercantilizan estos servicios, como lo es Notarity (https://app.notarity.com/). Esta empresa alemana pone en contacto a los interesados con notarios de toda Europa, que podrán reunirse por videoconferencia para otorgar la escritura pública correspondiente.

Esta plataforma ofrece todo tipo de servicios notariales, como constituciones on-line de sociedades, legitimaciones de firma, y otorgamiento de todo tipo de escrituras.

A pesar de los avances, los procesos notariales electrónicos en España enfrentan varios desafíos. La protección de datos y la privacidad son preocupaciones clave, dado que la digitalización implica el manejo de información sensible. Es una preocupación con añadida regulación por parte de la Unión Europea.

Sin embargo, el futuro de los procesos notariales electrónicos en España es prometedor. La creciente aceptación de la tecnología digital, tanto por los notarios como por los Registros, combinada con marcos legales cada vez más favorecedores y el avance continuo en ciberseguridad, permite pensar que los procesos telemáticos serán la norma en un futuro muy cercano.

En conclusión, la revolución digital afecta, como es de esperar, al ámbito del derecho y, en especial también, al notariado, buscando una mayor agilización y flexibilidad para los interesados.