La licencia de la FIFA parece ser más estricta que la ley
Los patrocinadores de la copa mundial de fútbol son, después de la venta de los derechos de televisión, la segunda fuente de ingresos más importante de la FIFA.
Mientras que los aficionados están ilusionados y celebrando la copa mundial de fútbol de 2018 en Rusia, el organizador de la copa mundial, la FIFA, se está asegurando miles de millones de euros, suponiéndole así una importante fuente de ingresos. El presupuesto de la asociación prevé para en el ciclo cuatrienal de la copa mundial, los años 2015-2018, unos ingresos de aprox. 1,23 miles de millones de euros a través de los patrocinadores.
La FIFA protege su marca contra la vulneración de sus derechos por campañas de marketing prohibidas, capaces de desvalorar el apoyo de los patrocinadores oficiales. A la FIFA le corresponden todos los derechos de propiedad industrial. Desde el año 1982 vende sus derechos exclusivos de marketing a empresas a las que otorga el derecho de titularse “patrocinador oficial de la copa mundial”, permitiéndoles así hacer publicidad con el logo del campeonato mundial y con la marca FIFA. Campañas no oficiales que vulneran este derecho significan una falta de valoración del inmenso trabajo que realiza la FIFA, que siempre intenta mejorar y promocionar la copa mundial de fútbol, lo que sería imposible sin el apoyo de sus patrocinadores. Infracciones de los derechos pueden tener como consecuencia indemnizaciones por daños causados y acciones de cesación que pueden causar altos costes. Además, es posible que se reclamen los beneficios obtenidos por un infractor por un comportamiento desleal a éste.
Para apaciguar el asunto se puede decir que, obviamente, no todos los anuncios con referencia a la competición están prohibidos, sino sólo los que son aptos de crear una confusión respecto a la calidad de patrocinador oficial de la copa mundial.