La Ley Anti-Shein y el reto regulatorio europeo en la moda

El Senado francés aprobó el 10 de junio de 2025 por mayoría un amplio paquete legislativo contra la llamada "ultra fast fashion". La iniciativa se dirige principalmente a empresas como Shein y Temu, que dominan el mercado con ropa extremadamente barata y producida a gran velocidad. Francia se convierte así en el primer país europeo en dar un paso regulador de esta magnitud. El proyecto de ley aún debe ser aprobado definitivamente por una comisión mixta de diputados y senadores, proceso previsto para otoño. La Comisión Europea estudia la ley y podría emitir sus comentarios al respecto en los próximos meses.
El elemento central de la llamada "Ley Anti-Shein" es un impuesto ambiental escalonado sobre la moda de muy corta duración. A partir de 2027, se aplicará una tasa de hasta 7 euros por prenda, que aumentará progresivamente hasta alcanzar los 10 euros en 2030. El objetivo es frenar a las empresas que inundan el mercado con colecciones constantemente cambiantes a precios bajos. La definición de ultra fast fashion se basa en la frecuencia de lanzamiento de nuevos modelos. quedarán inicialmente exentos, pero las marcas europeas también podrían verse afectadas si cumplen los criterios. La ley también prohíbe la publicidad de este tipo de productos. Plataformas e influencers que promocionen ropa de ultra fast fashion podrán enfrentar sanciones. Además, se introduce un nuevo impuesto de entre 2 y 4 euros sobre los pequeños envíos procedentes de países fuera de la UE. Este impuesto apunta especialmente a las importaciones directas a través de plataformas como Shein y Temu. Por ahora, se debate si esta medida debería aplicarse a nivel europeo en el futuro.
El sector de la moda en Francia ha reaccionado mayoritariamente de forma positiva. Las asociaciones del sector elogian la iniciativa legislativa como un paso importante hacia una mayor equidad y sostenibilidad. También en Alemania, entidades como la Asociación Alemana del Comercio Textil (BTE) y la Asociación Alemana del Comercio Minorista (HDE) reclaman medidas similares. Critican la desventaja competitiva que enfrentan los comercios europeos, obligados a cumplir con estrictas normativas ambientales y sociales, frente a plataformas extranjeras que operan con menos restricciones. El presidente de la BTE ha pedido una actuación política decidida. Además de una legislación alemana inspirada en el modelo francés, propone eliminar el umbral de exención de aranceles y reforzar los controles de importación. Por su parte, las empresas afectadas han criticado duramente el proyecto. Quentin Ruffat, director de comunicación de Shein en Francia, calificó la ley de "anti-Shein y antiusuarios". Afirmó que no solo perjudica a la empresa, sino también a los consumidores, ya que debilita considerablemente su poder adquisitivo.
Los desafíos que plantea la ultra fast fashion no pueden resolverse solo a nivel nacional. La ley francesa representa un impulso importante, pero solo una regulación común a escala europea podrá tener un verdadero impacto. Por eso, el texto ya incluye propuestas para modificar la Directiva sobre comercio electrónico con el fin de establecer estándares uniformes en toda la UE. Francia ha dado el primer paso. Ahora, le corresponde actuar a la Unión Europea.