El 1 de enero de 2019 entró en vigor la Ley alemana de Envases, que viene a sustituir a la anterior normativa de envasado. El objetivo de la Ley de Envases es prevenir o reducir el impacto medioambiental de los residuos de envases. Se debe garantizar que, en la medida de lo posible, se eviten los residuos de envases o se reutilicen o reciclen. Se incluyen normas específicas para los envases reutilizables. El propósito es aumentar el porcentaje de bebidas embotelladas en envases de bebidas retornables al menos al 70%.

La Ley establece como parte obligada al fabricante de envases. El fabricante es, por un lado, el distribuidor que introduce envases por primera vez en el mercado y, por otro lado, también el que importa envases en el ámbito de aplicación de la Ley de envases, es decir, el importador.

La Ley de Envases introduce nuevas obligaciones de registro y declaración frente a la denominada Agencia Central (“Zentrale Stelle”), y particularmente para los envases sujetos a la participación en el sistema. Los envases sujetos a la participación en el sistema son “envases y materiales de embalaje empleados, que contienen productos, y que normalmente se acumulan como basura después de su uso en el ámbito del consumo final privado”. Los fabricantes de dichos envases deben registrarse en la Agencia Central, participar en el sistema y tienen determinadas obligaciones de declaración frente a la Agencia Central.

Resumiendo, podemos afirmar que casi todos los vendedores comerciales en Alemania se ven afectados y deben atenerse a la nueva normativa.