La CNMC analiza la concentración BBVA/SABADELL en segunda fase
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha decidido iniciar la segunda fase del análisis sobre la operación de concentración entre BBVA y Banco Sabadell, mediante la cual el primero pretende adquirir el control exclusivo del segundo a través de una OPA hostil. Este paso refleja la existencia de posibles riesgos significativos para la competencia efectiva en varios mercados financieros clave, lo que exige un análisis más exhaustivo. La CNMC evaluará la situación de competencia en los sectores bancarios, seguros, fondos de pensiones y gestión de activos, ámbitos en los que ambas entidades tienen una destacada presencia.
En España, el análisis de concentraciones se desarrolla en dos fases. La primera fase, con una duración máxima de 30 días hábiles, permite una evaluación preliminar para determinar si la operación podría restringir la competencia. Si no se identifican problemas, la CNMC puede autorizar la concentración sin condiciones o con compromisos menores. En caso contrario, la operación avanza a la segunda fase, en la que se lleva a cabo una investigación más detallada con un plazo máximo de dos meses, prorrogables por 15 días. Esta etapa incluye la recopilación de alegaciones de las partes implicadas, competidores y administraciones afectadas. Según el resultado, la CNMC puede autorizar, condicionar o prohibir la operación.
En el caso BBVA-Sabadell, la CNMC analiza el impacto potencial de la concentración en mercados locales y nacionales. Entre los riesgos señalados destaca la posibilidad de reducir la competencia efectiva en zonas donde ambas entidades tienen una fuerte presencia, lo que podría consolidar una posición dominante en servicios clave como la concesión de créditos y productos financieros. Además, se examinarán posibles efectos negativos indirectos sobre consumidores y pequeñas empresas, especialmente en términos de acceso a condiciones competitivas.
La resolución de la CNMC se produce en un momento crítico para el sector bancario, en el que las fusiones han sido una herramienta clave para ganar eficiencia y afrontar los retos tecnológicos y regulatorios. BBVA ha defendido que la operación generaría sinergias operativas, ampliaría su capacidad de concesión de créditos y reforzaría su liderazgo en innovación tecnológica. Sin embargo, el retraso en el análisis podría complicar el calendario previsto inicialmente para el primer trimestre de 2025.
Este caso refleja la relevancia del procedimiento de análisis de concentraciones en España para garantizar la competencia en sectores estratégicos. Las recientes fusiones de CaixaBank-Bankia y Unicaja-Liberbank ofrecen precedentes de operaciones aprobadas con compromisos específicos para mitigar riesgos, como mantener servicios en zonas rurales o ceder cuotas de mercado. Aunque BBVA confía en superar esta fase con éxito, la CNMC deberá ponderar los beneficios económicos de la operación frente a su impacto potencial sobre los mercados y los consumidores.