Aquellos que nos hemos enfrentado a una inspección o comprobación fiscal de IVA, somos conscientes de que es relevante saber de antemano en qué posición quedará la entidad ante una eventual liquidación tributaria. Y entre las cuestiones que se plantean está: ¿tendré derecho a que se me devuelva el IVA ingresado indebidamente? El IVA es un impuesto neutro, que no debe suponer con carácter general un coste financiero para los empresarios - más allá de la gestión de tesorería - por lo que en muchos casos se podrán resolver estas situaciones.

Es en este escenario, donde desempeña un papel relevante la denominada “regularización íntegra”. Es decir, la administración debe ponderar en una inspección tributaria aquellos aspectos desfavorables al contribuyente, pero también los favorables. Y no en algún procedimiento posterior, sino en la propia inspección que comprueba las obligaciones de IVA del contribuyente.

Al efecto de que lo anterior se lleve a cabo, la Administración Tributaria ha emitido una nota informativa, para que los inspectores comiencen a aplicar aquellos aspectos favorables a los inspeccionados de forma directa, especialmente en lo que se refiere a los ingresos indebidos, y esto incluso hasta en supuestos donde se hayan recibido servicios simulados o no efectivamente prestados. Hemos de decir que este proceder de la Administración viene provocado por el tirón de orejas que el Tribunal Supremo ha dado a los cuerpos de inspección tributaria, en su última jurisprudencia.

De aquí en adelante los inspectores deberán llevar a cabo una investigación complementaria para determinar la cuantía de lo ingresado indebidamente por el inspeccionado, especialmente para comprobar si el IVA soportado se ha ingresado por parte de su proveedor. Y los resultados de dicha investigación deberán indicarse de forma separada y detallada en el acta de inspección, y si se llegara además a determinar que existe un derecho a que se devuelva al contribuyente el ingreso indebido, el Inspector deberá ordenar el pago de esta devolución del IVA. En definitiva, buena noticia – y suelen ser pocas – para las empresas, que deberán estar muy atentas a los resultados de los procedimientos de comprobación fiscal, para en su caso, exigir que se aplique la regularización completa tal y como hemos expuesto.