La garantía de pago en el comercio transfronterizo de mercancías es un tema frecuente de todos los exportadores. La situación inicial es simple: el exportador que entrega la mercancía se encuentra a partir de este momento sin garantías y sin protección a merced de la voluntad o falta de voluntad de pago del comprador. Puede hacer valer un derecho de pago ante los tribunales (arbitrales), pero esto cuesta tiempo y dinero, por lo que generalmente se opta por otras garantías:

• El pago por adelantado es sin duda la garantía de pago más atractiva desde el punto de vista del vendedor, ya que así tiene el dinero antes de que la mercancía abandone su jurisdicción. No obstante, en muy pocos casos son aceptadas por el comprador, pues el aumento de seguridad por parte del vendedor correrá a cargo del comprador.
• La reserva de dominio es una garantía eficaz para proteger al exportador de la pérdida de sus bienes antes del pago total. Así, tiene un medio de presión frente al comprador. Además, estaría así –a menudo– también protegido en caso de insolvencia del comprador. La desventaja es la posible inseguridad jurídica cuando la mercancía cruza la frontera, pues cuando el ordenamiento jurídico “al otro lado de la frontera” no conoce la reserva de dominio pueden existir problemas en cuanto a su reconocimiento.
• Por último, el crédito documentado (letter of credit) suele ser la mejor garantía. El comprador da instrucciones a su banco para que le dé al vendedor una promesa de pago irrevocable que puede canjear previa presentación de ciertos documentos (con frecuencia los documentos de entrega). La ventaja es la doble protección de ambas partes: el vendedor tiene la promesa de pago del banco y el comprador sabe que el dinero se pagará sólo después de la acreditación de la recepción de la mercancía. Sin embargo, el crédito documentado requiere una configuración meticulosa y más detallada, ya que los bancos lo aplican de manera muy formal. Si los documentos acordados no se ajustan exactamente, el banco rechazará el pago.