Al igual que ha ocurrido en verano de 2024, el FC Barcelona también ha tenido problemas para inscribir a los jugadores Dani Olmo y Pau Víctor para el periodo desde enero hasta junio de 2025 por presuntos incumplimientos del régimen de control económico (“Fair Play Financiero”) de LaLiga.

Para poder competir en partidos oficiales en LaLiga, cada jugador tiene que estar inscrito en el correspondiente registro de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y, para ello, es imprescindible que LaLiga otorgue previamente el correspondiente visto bueno, lo cual no se puede otorgar si el salario del jugador no entra dentro de los límites de gasto establecido para el club.

Después de fichar a Dani Olmo por 55 millones del RB Leipzig en agosto de 2024, el club tenía problemas en encajarle, al igual que a Pau Víctor, dentro de sus límites de gasto. Como consecuencia, al no poder inscribir a estos jugadores, el fichaje estrella Dani Olmo se perdió las dos primeras jornadas de LaLiga. Solamente la lesión de larga duración del jugador Christensen y la posibilidad de sustituir su ficha por la de Dani Olmo hicieron posible su inscripción. Sin embargo, la inscripción de Dani Olmo, al igual que la de Pau Víctor, por otros motivos, estaba limitada hasta el 31 de diciembre de 2024.

Llegados a finales de 2024, el club tenía que renovar sus inscripciones más allá del 31 de diciembre de 2024. Sin embargo, a pesar de firmar contratos de sponsoring y sobre la venta de entradas de los palcos VIP que prometían el ingreso de las cantidades necesarias para elevar el límite salarial y poder inscribir a ambos en fecha 31 de diciembre, LaLiga ha comunicado que el club no había entregado la documentación necesaria para aumentar el límite salarial y poder inscribir a ambos jugadores. Consecuentemente, LaLiga ha denegado el visto bueno para la inscripción de los jugadores y, la RFEF ha dado de baja a ambos jugadores al renovar las inscripciones. Todo ello, con el problema añadido que la normativa de la RFEF no permite volver a inscribir a un jugador para el mismo club durante la misma temporada una vez dado de baja.

Por lo tanto, a principios de enero 2025, el FC Barcelona se encontraba en una situación crítica, sin poder inscribir a estos jugadores, y con el riesgo latente de una posible resolución unilateral de los contratos de los jugadores por la imposibilidad de poder ser inscritos.

Como tanto la RFEF como LaLiga ya habían emitido su fallo negativo y, teniendo en cuenta que el club ya había solicitado con anterioridad y sin éxito medidas cautelares ante dos juzgados, la única esperanza del FC Barcelona era un fallo favorable del Consejo Superior de Deportes, como órgano supervisor en el ámbito del deporte. Pues bien, el 5 de enero de 2025, el CSD estimaba la medida cautelar solicitada por el club, permitiendo a ambos jugadores participar en partidos oficiales hasta la emisión de una decisión definitiva.