Condenada la firma de auditoría externa de las cuentas de Pescanova
La Audiencia Nacional ha condenado a ocho años de cárcel al expresidente de Pescanova y ha impuesto penas de entre seis meses y tres años y medio de prisión a once acusados de la ex cúpula de la mercantil. También ha condenado a Pescanova SA y, por primera vez, a una firma de auditores.
Según relata la sentencia, en el 2008, con el objeto de poder seguir disfrutando de la financiación bancaria de la que dependía Pescanova, su presidente diseñó junto con un grupo de personas de su confianza una estrategia con tres fases para lograr la citada financiación. En la primera fase procedieron a la creación de distintas formas ilegales de financiación y a la creación ficticia de una serie de operaciones comerciales de compraventa, constitutivas de un delito de falsedad en documento mercantil. En la segunda fase, los acusados se valieron de la financiación bancaria a través de líneas factoring o de pólizas de descuento bancario donde los bancos resultaron engañados a través de facturas que fueron transformadas en remesas de facturas supuestamente vinculadas a unos inexistentes contratos de compraventa de pescado. Estos hechos concretos fueron calificados como un delito de estafa. Por último, se trasladó a las cuentas anuales una imagen con poca deuda financiera y beneficios muy distintos a la real. Imagen ficticia que se transmitió al público en general y a los inversores en particular. Estos hechos fueron calificados como delito de falseamiento de las cuentas anuales y delito de falseamiento de la información económica y financiera.
De este último delito resultó condenada una de las principales firmas de auditoría de España. La sentencia no solo condena a la firma de auditoría, sino también al socio que firmó las cuentas. Justifica esta condena en que tanto la auditora como el socio que firmó las cuentas tuvieron acceso a todos los datos de la contabilidad de la matriz y sus filiales, avalaron con sus informes, sin salvedades, cuantas operaciones llevó a cabo la matriz vulnerando las normas de la contabilidad, permitiendo dar una imagen de su situación económica y financiera muy diferente a la real, es decir, de la abultada deuda financiera. Por todo ello, la auditora ha sido condenada a indemnizar de forma solidaria con Pescanova y los seis exdirectivos condenados a las mercantiles que resultaron afectadas con un total de 126,8 millones de euros.