La Audiencia Nacional condena a dos acusados a penas de 1 y 3 años de cárcel, así como al pago de una responsabilidad civil para indemnizar a los 663 perjudicados.

La sentencia explica cómo uno de los acusados utilizaba varias de las sociedades de las que era administrador, sus filiales y empresas relacionadas, para la venta de “participaciones” o “acciones” en complejos vacacionales y la comercialización de servicios turísticos mediante programas de afiliación a clubs de servicios vacacionales y turísticos. Para ello encargaba a sus empleados y colaboradores la captación de clientes mediante llamadas telefónicas, acercamiento en la vía pública, publicidad remitida por correo, promesas y entrega de premios.

Estos contratos consistían en la venta de una “participación” o “cuota” de un apartamento que conferían al comprador un derecho al uso y disfrute del mismo por el tiempo establecido en el contrato. Generalmente atribuía al cliente la facultad de disfrutar junto a tres personas más, de tres semanas de alojamiento anuales durante 20 o 50 años según los contratos, en distintos establecimientos hoteleros no especificados en el mismo. A cambio, debían satisfacer el precio de la cuota de afiliación, cuyo importe oscilaba entre 3.000 y 12.000 euros, rebasando a veces esta cantidad, y otra cuota adicional por cada semana disfrutada, cuyo precio variaba según la categoría del establecimiento, el destino o la temporada.

La sentencia entiende que ha quedado probado que los acusados eran plenamente conocedores de que sus empresas relacionadas vendedoras no estaban en condiciones de suministrar a todos los miembros del programa los derechos que les daba su afiliación al programa de servicios turísticos.