En un contexto de creciente complejidad fiscal, el Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC) ha emitido dos resoluciones recientes (20 de marzo y 24 de septiembre de 2024) que redefinen aspectos fundamentales sobre las retribuciones de administradores en estructuras empresariales. Estas resoluciones no solo consolidan criterios previos, sino que establecen directrices vinculantes con impacto directo en el impuesto sobre sociedades (IS), el Impuesto sobre el patrimonio (IP) y el Impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF).

El TEAC ha determinado que los servicios prestados por una persona física designada por una sociedad para representar a esta última como administradora en una sociedad participada deben ser considerados como una operación vinculada. En consecuencia, dichas funciones no se subsumen en las retribuciones generales del administrador de la sociedad matriz. Esto implica que tales servicios deben valorarse al "precio de mercado", lo que puede modificar la forma en que se tributa tanto en el IS como en el IRPF.

Un caso paradigmático analizado es cuando una sociedad holding designa a un administrador para representar sus intereses en una sociedad participada. Según el TEAC, los servicios realizados exceden las funciones tradicionales de un administrador y, por tanto, no están exentos de la valoración ajustada al mercado. Esto marca un cambio significativo en la interpretación de la Ley 27/2014 del IS y podría incrementar la base imponible de las personas físicas afectadas.

La doctrina también afecta directamente a la exención de la empresa familiar en el IP. Según el artículo 4. Ocho. Dos. c) de la Ley 19/1991, para que una entidad disfrute de dicha exención, las funciones directivas del sujeto pasivo deben generar una remuneración superior al 50% de sus ingresos totales. Sin embargo, si los servicios prestados por el administrador son reclasificados como operaciones vinculadas, podrían no cumplir este requisito, poniendo en riesgo la exención y las bonificaciones asociadas en el ISD.

Esto genera preocupación para empresas familiares, donde la correcta aplicación de la normativa es vital para preservar beneficios fiscales. Además, si se demuestra que la matriz no añade valor económico tangible, la inspección podría reclasificar las retribuciones, afectando la tributación de los administradores.

El TEAC, con estas resoluciones, refuerza la necesidad de una gestión más transparente y detallada en las estructuras empresariales. Las empresas deben así revisar sus políticas de retribución para administradores y ajustar su documentación de precios de transferencia para evitar contingencias fiscales, y todo ello para minimizar los riesgos fiscales.