Responsabilidad del exadministrador por retraso de declaración de insolvencia no finaliza con el cese del cargo
El Tribunal Supremo Federal alemán (BGH) dictó una sentencia el 23 de julio de 2024 (II ZR 206/22) que puede tener consecuencias de gran alcance para los administradores de sociedades en Alemania.
Según esta sentencia, un administrador que no cumple con su obligación de solicitar la apertura del procedimiento de insolvencia (§15a de la Ley Concursal Alemana - Insolvenzordnung – InsO) puede seguir siendo responsable de los daños causados incluso después de haber cesado en su cargo. Esto implica que la responsabilidad no finaliza automáticamente con la dimisión o destitución del administrador.
Hechos
La demandante era inversora de un grupo empresarial, cuyas sociedades ya estaban en situación de insolvencia desde 2011. Sin embargo, el procedimiento de insolvencia no se inició hasta 2018, debido al incumplimiento de la obligación de solicitar la declaración de insolvencia.
La inversora reclamó a la heredera del antiguo administrador los daños sufridos por inversiones realizadas entre 2013 y 2016:
- En los tres primeros contratos el administrador todavía ocupaba el cargo.
- En el cuarto contrato, ya había dimitido.
El tribunal de primera instancia condenó a la heredera por los tres primeros contratos, pero no por el cuarto.
Decisión del Tribunal Federal Supremo
El Tribunal Federal Supremo (BGH) ha confirmado que, en principio, la demandante tenía derecho a indemnización también por el cuarto contrato, que se celebró después de la salida del director general.
El Tribunal constató que el administrador había incumplido su deber de solicitar la apertura del procedimiento de insolvencia a tiempo y que esta omisión seguía generando efectos tras su salida.
Mientras la sociedad siguiera en situación de insolvencia, la situación de riesgo creada por la omisión del administrador continuaba afectando a nuevos acreedores, que confiaban en la solvencia de la empresa.
Solo si la sociedad se hubiera recuperado económicamente, es decir, si la situación de insolvencia se hubiese superado, se rompería el vínculo causal. En caso contrario, la responsabilidad del antiguo administrador se mantiene mientras persista la situación de insolvencia.
Conclusión
El BGH deja claro que el deber de presentar la solicitud de insolvencia (§15a InsO) no solo sirve para proteger a la sociedad, sino también a los terceros que contraten con ella.
En consecuencia, mientras persista la situación de insolvencia, un administrador, incluso tras dimitir o ser destituido, sigue siendo responsable de los daños derivados de la omisión de la solicitud de insolvencia, mientras persista la causa de la insolvencia.
Esta decisión supone una ampliación significativa de la responsabilidad de los administradores en el Derecho concursal alemán: refuerza la posición de los acreedores y subraya la responsabilidad de los administradores más allá del momento de su salida de la empresa.