Recientemente, en una esperada sentencia, el TJUE ha arrojado algo de luz sobre la oscuridad que rodea la distribución selectiva en el marco del comercio minorista. En el asunto C-230/16 se planteó la cuestión de si el vendedor de productos de lujo puede prohibir a sus distribuidores autorizados la venta de sus productos por internet a través de plataformas de terceros - como por ejemplo, amazon.de -. El Tribunal Superior Regional Civil y Penal de Fráncfort planteó al TJUE la interpretación de uno de los elementos constitutivos de la legislación europea sobre competencia. Se admite el hecho de que el vendedor de los productos de lujo pueda imponer a sus distribuidores la manera en la que éstos deben mostrar sus productos en tiendas físicas o en su propia web (palabra clave: “escaparate electrónico”). Sin embargo, si el distribuidor usa una plataforma de terceros en Internet, no tiene control sobre cómo se presentan los productos. En algunos casos, el vendedor teme que sus productos no sean mostrados de una manera adecuada y que su imagen de lujo se vea amenazada.

EL TJUE ha señalado que en lo referente a los artículos de lujo, no sólo se permite la distribución selectiva, sino también la inclusión de una prohibición contractual de la venta de esos productos a través de plataformas de terceros. Esto se aplica especialmente si tal prohibición es adecuada para preservar la imagen de lujo de dichos productos y si resulta necesaria para alcanzar dicho objetivo (palabra clave: “proporcionalidad”). Además, esta prohibición debe aplicarse sin discriminación a todos los distribuidores autorizados.

A pesar de que la esperada sentencia del TJUE es bienvenida, quedan aún en la práctica amplios márgenes interpretativos, empezando por la cuestión de qué se entiende por “producto de lujo”. Además, tales cláusulas contractuales deben ser compatibles con el concepto general de distribución selectiva. Esto exige una formulación precisa que deberá ser cuidadosamente estudiada en cada caso.