En un mundo digitalizado, las aplicaciones han revolucionado el comercio y han creado nuevas oportunidades de consumo. Una de las apps más recientes es Hacoo, que también ha captado la atención de los consumidores en España. Su oferta incluye productos a precios significativamente reducidos, destacándose especialmente las llamadas “réplicas” de marcas de lujo. Aunque a primera vista pueda parecer una oportunidad atractiva para adquirir productos que de otro modo serían inaccesibles, el uso de Hacoo conlleva riesgos legales para los consumidores.

La compra de productos que infringen los derechos de propiedad industrial puede tener consecuencias penales para los compradores, especialmente si conocen el origen ilegal de los productos o utilizan la mercancía con fines comerciales. Es legal comprar productos neutros que no contengan ni logotipos ni rasgos protegidos. Tales artículos, que se limitan a “inspirarse” en marcas famosas, no infringen ningún derecho de propiedad industrial. Del mismo modo, la posesión personal de réplicas de productos de marca no suele ser perseguida, siempre que sean claramente reconocibles como imitaciones y no estén destinados a la reventa. Sin embargo, las actividades ilegales incluyen la compra de productos que imitan logotipos, diseños registrados o envases originales, ya que infringen los derechos de propiedad industrial. La reventa de tales artículos constituye un delito de falsificación de marcas punible.

Asimismo, es cuestionable si los compradores pueden reclamar si reciben un producto réplica que no cumple sus expectativas. En muchos casos, plataformas como Hacoo no ofrecen garantías claras y los productos adquiridos pueden diferir de la descripción o ser de calidad inferior. Aunque estos casos podrían ser objeto de acciones civiles, la naturaleza ilegal del producto podría invalidar las reclamaciones del comprador. Si los consumidores adquieren productos a través de apps internacionales como Hacoo, estos bienes pueden ser confiscados en las aduanas de España si se descubre que infringen los derechos de propiedad industrial. En tales casos, el comprador se enfrentará siempre a la confiscación del producto, a multas administrativas y, en casos graves, a investigaciones adicionales para determinar si la compra forma parte de un sistema más amplio de comercio ilegal.

Para minimizar los riesgos, los consumidores deben evitar los productos con características protegidas y comprobar la garantía y la política de devoluciones del vendedor. Es aconsejable investigar previamente al vendedor y leer las opiniones de otros usuarios. La app Hacoo también ofrece un canal para que los consumidores denuncien posibles infracciones. Además, no conviene comprar grandes cantidades de réplicas de productos de marca para evitar sospechas de intenciones comerciales. El uso de apps como Hacoo requiere un alto grado de precaución e información. Los consumidores deben ser conscientes de los riesgos legales y prácticos para evitar graves consecuencias.