Como es de conocimiento público, el 18 de abril de 2021 se anunció de forma oficial la Superliga Europea, es decir, el proyecto de organizar una liga entre varios de los clubes de fútbol más importantes a nivel europeo, de forma paralela y en competición con las competiciones organizadas por UEFA, como la Champions League o la Europa League, entre otras. Los fundadores de la Superliga son en total doce clubes, seis de Inglaterra, tres de Italia y tres de España, organizados en una sociedad con sede en España.

En los tres años desde su anuncio ocurrieron varios hechos importantes, tanto desde el punto de vista judicial, como referente a la propia composición y organización de la Superliga.

Desde el punto de vista jurídico, las noticias han sido en su gran mayoría positivas para la Superliga, desde las medidas cautelares impuestas por el juzgado de lo mercantil español competente, prohibiendo a UEFA a sancionar a los clubes promotores de la Superliga, hasta la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de fecha 21 de diciembre de 2023, indicando, aunque con matices, que las normas de la FIFA y de la UEFA sobre la autorización previa de las competiciones como la Superliga, violan el Derecho de la Unión Europea,  al ser contrarias al derecho de la competencia y a la libre prestación de servicios. La demanda de los promotores contra UEFA y otros ante el Juzgado de lo Mercantil nº 17 de Madrid, donde se ha celebrado vista oral el pasado 14 de marzo de 2024, se encuentra visto para sentencia.

Sin embargo, el desarrollo del proyecto fuera de los tribunales no ha sido tan exitoso desde abril 2021. Poco después del anuncio de la Superliga, nueve de los 12 clubes fundadores, entre otros todos los equipos ingleses y el Atlético Madrid, han anunciado su decisión de no participar en la Superliga, básicamente debido a protestas masivas de sus aficionados, dejando solos al Real Madrid, FC Barcelona y Juventus Turín, y este último ha anunciado su intención de apartarse en verano 2023. Teniendo en cuenta, por ejemplo, los recientes antecedentes ocurridos en la Bundesliga alemana, donde los aficionados han conseguido parar un proyecto de inversión a la Bundesliga con constantes protestas a lo largo de la temporada 2023/24, resulta difícil imaginar que la Superliga pueda seguir adelante en contra de la opinión de los aficionados. Todo ello, a pesar de los esfuerzos de los promotores a modificar el proyecto, dejando la Superliga más abierto y accesible para todos los clubes, y a pesar de que pueda haber un acuerdo sobre sanciones millonarias para los clubes fundadores en caso de apartarse posteriormente de la Superliga.

A estos problemas se ha unido que la liga danesa, llamada “3F Superliga”, podría impedir a la liga europea utilizar el nombre comercial “Superliga”, “Super League”, u otro nombre parecido.